Adrián Halupa, el arquero que dejó una marca indeleble en el fútbol de la región, se despidió oficialmente de las canchas el pasado fin de semana, a la edad de 52 años. Su último partido, celebrado en el Club Estudiantes, donde comenzó y terminó su carrera, marcó el cierre de una trayectoria ejemplar que abarcó más de tres décadas en el deporte.
Halupa, quien ha sido una figura destacada en clubes de la zona, se despidió del fútbol profesional con una emoción palpable. “Es impensable llegar a esta edad y terminar en el club de mis amores, en el club que me dio la posibilidad de ser arquero”, afirmó Halupa en una entrevista reciente. Su carrera, que comenzó en Estudiantes a los 16 años y culminó a los 52 en el mismo club, es un testimonio de su dedicación y pasión por el deporte.
El arquero destacó que la clave para mantenerse en el alto nivel durante tantos años fue el trabajo arduo y la responsabilidad. “Siempre tuve que trabajar con sacrificio y responsabilidad para lograr esto. No es fácil mantener la forma física y el nivel de juego durante tanto tiempo”, comentó. Halupa explicó que, a pesar de que físicamente se sentía en excelente estado, decidió poner fin a su carrera para disfrutar de nuevas experiencias y responsabilidades fuera del fútbol.
A lo largo de su carrera, Halupa enfrentó numerosos desafíos, incluyendo la necesidad de equilibrar su vida laboral con el entrenamiento. “Cuando un deportista tiene metas, no hay excusas. No importa el clima o las dificultades, uno entrena porque esa es la responsabilidad que tiene”, señaló Halupa. Esta disciplina y determinación fueron fundamentales para su longevidad en el deporte.
El ex arquero también compartió que su éxito se debió en parte a su compromiso personal. “Era muy exigente conmigo mismo. Sabía que tenía que entrenar muy bien para mantenerme en forma y rendir al máximo nivel”, dijo. Esta actitud rigurosa le permitió prolongar su carrera y mantenerse relevante en el fútbol regional.
El retiro de Halupa fue un momento cargado de emoción. “Fue mágico y emotivo recordar a la gente y los momentos en el club. La despedida fue algo que no había imaginado”, expresó. Su deseo es ser recordado no solo como un buen deportista, sino como una buena persona. “Primero está la persona y luego el deportista. Quiero que me recuerden como alguien que le dio mucha dedicación y respeto al fútbol”, destacó.
Halupa también hizo hincapié en la importancia del apoyo familiar a lo largo de su carrera. “La familia es la columna vertebral de cada deportista. Mi señora siempre me apoyó sin quejarse, lo cual hizo mucho más fácil el camino”, comentó, resaltando el papel fundamental que jugó su familia en su trayectoria.