En medio del debate sobre el veto a la ley de financiamiento universitario, Milei sostiene que su gobierno prioriza la auditoría y la transparencia en el uso de recursos públicos.
El presidente Javier Milei dejó en claro su postura firme en contra del aumento del presupuesto para las universidades, afirmando que "sería ceder a la vieja forma de hacer política". Durante su participación en la XXXV Asamblea Plenaria del Consejo Empresarial de América Latina (CEAL), Milei criticó duramente a quienes defienden el financiamiento universitario, asegurando que "el reclamo no es genuino, sino un eufemismo para defender los curros de tres o cuatro delincuentes".
El jefe de Estado enfatizó que la discusión sobre el financiamiento no es solo un problema económico, sino también una cuestión de principios. Según Milei, aumentar el presupuesto implicaría "volver a las andadas" de políticas económicas irresponsables, similares a las del kirchnerismo, que provocaron un aumento en el Riesgo País y una pérdida significativa del Producto Bruto Interno. "Estaríamos perdiendo un tercio del PBI, lo que generaría más pobreza e indigencia", advirtió.
Milei también destacó la necesidad de auditar el sistema educativo, mencionando que hace casi una década que no se realizan auditorías en las universidades públicas. "Si estuvieran limpios, ¿cuál es el problema de que los auditen?", planteó, aludiendo a posibles irregularidades en la gestión de los fondos educativos. En su discurso, insistió en que su gobierno "vino a terminar con los curros" y a hacer las cosas bien, sin temor a la opinión pública.
El presidente, además, subrayó los logros de su gestión en términos de estabilidad económica, señalando que el Riesgo País se redujo a niveles históricos en comparación con los tiempos del kirchnerismo. "En los 10 meses de gobierno recuperamos la estabilización monetaria y reducimos el costo estructural de la economía", afirmó ante una audiencia de empresarios y representantes de 19 países.
El debate sobre el financiamiento universitario es candente y tendrá su punto culminante en el Congreso, donde se discutirá si se anula o se mantiene el veto presidencial. Mientras tanto, la Casa Rosada ya anticipó que, si la oposición insiste en revocar el veto, la medida se judicializará.