En Uruguay, la primera vuelta electoral resultó en una reñida disputa entre el oficialista Álvaro Delgado y el opositor Yamandú Orsi, quienes se enfrentarán en balotaje. Mientras tanto, en Estados Unidos, la elección anticipada perfila la contienda entre Donald Trump y Kamala Harris.
Uruguay y Estados Unidos se encuentran en etapas definitorias de sus respectivos procesos electorales, un escenario que atrae la atención internacional por sus posibles repercusiones en la región. En Uruguay, el oficialista Álvaro Delgado y el opositor Yamandú Orsi se preparan para el balotaje del 24 de noviembre. Al mismo tiempo, Estados Unidos se adentra en la fase final de su campaña presidencial, con Donald Trump y Kamala Harris como protagonistas de una elección polarizada.
Este domingo, la primera vuelta en Uruguay arrojó un panorama que forzará a ambos candidatos a ajustar sus estrategias. Según Diego Merlo, columnista político de N9, “el masivo apoyo al Frente Amplio tiene un límite, y esta vez quedó claro que muchos uruguayos prefieren evitar cambios radicales en favor de la estabilidad económica lograda por el actual gobierno”. En efecto, el oficialista Delgado recibió aproximadamente el 27% de los votos, mientras que el opositor Orsi, del Frente Amplio, alcanzó el 44%. Sin embargo, este último necesitará atraer a votantes de otros partidos para vencer en el balotaje.
Merlo señala que Uruguay mantiene una estabilidad envidiable en la región, que los votantes han buscado preservar. “Votó casi el 90% del padrón, lo cual es un ejemplo de educación cívica en un país con una tradición democrática sólida. Esto evidencia el fuerte compromiso de los uruguayos con su modelo de país y sus instituciones”, explicó Merlo.
La votación incluyó también dos referéndums: uno para permitir allanamientos nocturnos en domicilios particulares y otro sobre la ley previsional. Ninguno de ellos obtuvo el apoyo necesario, reflejando una inclinación por preservar derechos tradicionales y evitar cambios profundos en áreas sensibles.
Mientras tanto, en Estados Unidos la atención está en los comicios anticipados. La contienda entre el exmandatario Donald Trump y la actual vicepresidenta Kamala Harris ha intensificado el clima político. Según Merlo, ambos candidatos se dirigen a una disputa cerrada en el “supermartes” del 5 de noviembre, en la que el voto anticipado será decisivo. “Hasta ahora, 35 millones de personas han votado por adelantado, y es probable que la cifra continúe en aumento, lo cual puede cambiar el panorama a medida que se acercan los días decisivos”, destacó.
La estructura del sistema electoral estadounidense, en particular el Colegio Electoral, introduce una dinámica única en la contienda, donde el voto popular puede no coincidir con el resultado final. “Estados Unidos tiene un sistema en el que los votos se concentran por estado; quien gane en un estado, aunque sea por un voto, se lleva todos los representantes del Colegio Electoral”, comentó Merlo, recordando casos históricos donde el candidato con más votos no alcanzó la presidencia.
Este año, la campaña ha estado marcada por intercambios encendidos. Trump y Harris han utilizado discursos extremos que han caracterizado a su oponente como una amenaza para el país. “Trump acusa a Harris de ser marxista, mientras ella lo describe como fascista. Esta polarización muestra los viejos extremos de la política estadounidense”, resaltó Merlo.
En este contexto, la próxima semana será clave para ambas naciones, donde los resultados impactarán tanto en sus relaciones internacionales como en el rumbo de sus políticas internas.