Vecinos aseguran haber escuchado gritos desgarradores durante la madrugada y denuncian la presencia constante de personas sospechosas. Los residentes temen represalias y denuncian vigilancia tras las investigaciones de presunto abuso y corrupción de menores.
Vecinos del barrio 1000 Viviendas, en Resistencia, viven con miedo tras las recientes revelaciones sobre un presunto caso de corrupción de menores que estremece a la provincia. Las autoridades realizaron allanamientos en la vivienda donde, según las denuncias, habrían ocurrido hechos de extrema gravedad. Sin embargo, la situación sigue generando preocupación entre los residentes, quienes aseguran sentirse vigilados y temen por la seguridad de sus hijos.
“Eran gritos desgarradores de las criaturas a la madrugada”, afirmó una vecina que prefirió mantenerse en el anonimato. Según los testimonios, los niños eran mantenidos encerrados y rara vez se los veía en la calle. “Decían que tenía una chica discapacitada. Los vecinos pensaban que era ella la que gritaba porque era discapacitada, pero jamás pensamos que eran los chicos”, agregó.
A los tres implicados hasta el momento, la madre y el abuelo de las víctimas y un abogado, Francisco Castro, que al parecer sería el cabecilla de la banda, se suma otro actor, “el gomero”, a quien los vecinos identifican como el "presunto padre" de los menores. “El padre, que es gomero y todavía vive ahí, lo conocíamos porque hacía trabajos en el barrio, pero nunca imaginamos que algo tan terrible pudiera estar pasando”, agregó una vecina.
Otro vecino, visiblemente angustiado, detalló las sospechas que surgieron en torno a la presencia constante de un abogado conocido en el lugar. “Lo vimos varias veces en su auto, hablando por horas con el gomero. Nos parecía raro, pero jamás pensamos que había algo más grande detrás de todo esto”, explicó.
El caso está siendo investigado por la Fiscalía del doctor Víctor Recio, quien ha trabajado durante casi un año para reunir evidencias y proteger a las víctimas, que son menores de edad. Se ha llevado a cabo un seguimiento cuidadoso, dada la sensibilidad del caso, y las autoridades han sido cautelosas para evitar la exposición de los niños.
“Todo esto es muy angustiante”, comentó una madre del barrio, que expresó el temor generalizado. “Estamos cuidando a nuestros hijos, pero el miedo no nos deja tranquilos. Queremos que se haga justicia y que esta gente se vaya del barrio”, concluyó.
Durante la cobertura de N9 central en el lugar de los hechos, Esteban Melamud, trabajando desde el barrio 1000 Viviendas comentó que personas vinculadas a la vivienda que hoy está en el ojo de la justicia, realizaban rondas en moto a modo de intimidación para con los vecinos, quienes no quisieron mostrarse en cámara.
La comunidad de 1000 Viviendas continúa en vilo, con la esperanza de que se esclarezcan los hechos y se garantice la seguridad de todos sus habitantes. Mientras tanto, los vecinos siguen viviendo con miedo, temerosos de las represalias y preocupados por el bienestar de sus familias.