Las inundaciones en el este de España se han convertido en el mayor desastre natural de su historia, con más de 200 muertos y devastación en Valencia. Un argentino sobreviviente relata el dramático momento en que fue rescatado.
Las fuertes lluvias que azotaron el este de España han dejado una devastación sin precedentes, con más de 200 muertos confirmados y miles de desaparecidos. Este desastre, el más grave en la historia del país, se produjo tras un fenómeno conocido como "gota fría", que ha desbordado ríos y transformado calles en torrentes de barro. En la región de Valencia, la más afectada, la cantidad de precipitaciones equivalió a "un año de lluvia en pocas horas", informó la Agencia Estatal de Meteorología.
En medio de esta catástrofe, una historia de supervivencia resuena con fuerza. Luis Pinto, un argentino oriundo de Chaco, relató desde Valencia cómo vivió momentos de terror cuando el agua irrumpió violentamente en su vivienda temporal. "Estaba viendo un partido de tenis cuando empecé a escuchar un ruido raro. Al salir a la calle, vi una ola arrastrando autos y camiones. Fue algo irreal", describió Pinto en comunicación con N9 Central.
En cuestión de minutos, el agua subió hasta 1.80 metros, poniendo en riesgo la vida de todos los que se encontraban en el lugar. “Nos agarramos de lo que pudimos y empezamos a pedir ayuda. La familia Ruiz, que estaba en un balcón, escuchó nuestros gritos y nos rescató con sábanas y cuerdas. Estoy vivo de milagro”, dijo, visiblemente conmovido.
La tragedia no solo expone la fuerza devastadora de la naturaleza, sino también errores en la gestión de la emergencia. Según Pinto, las autoridades emitieron una alerta a través de los celulares a las 8:11 de la noche, cuando muchas personas ya estaban expuestas. “Las autoridades sabían lo que venía y no tomaron las medidas necesarias. Ha sido un acto criminal”, aseguró.
El fenómeno de la gota fría, conocido localmente como Dana, no es nuevo para los valencianos. Sin embargo, los preparativos fueron insuficientes, a pesar de inversiones previas para desviar el cauce del río Turia tras una inundación similar hace 70 años. "Las lluvias fueron extremas, algo inusual para una ciudad donde apenas llueve 20 días al año", explicó Pinto.
La situación en Valencia es crítica. Muchas áreas continúan sin electricidad, y la escasez de suministros básicos ha empeorado la situación. “Volvimos al lugar para ayudar a la familia Ruiz, que nos salvó, llevándoles agua y alimentos”, contó Pinto, agradeciendo también a sus amigos chaqueños que le asistieron.
La tragedia ha dejado huella en una comunidad que ahora enfrenta la reconstrucción, marcada por el dolor y la indignación. "Espero que los valencianos recuerden esto cuando voten. Las vidas que se perdieron y el sufrimiento que estamos viviendo pudieron haberse evitado", concluyó Pinto.