El sistema de votación estadounidense, basado en el Colegio Electoral, define quién ocupará la Casa Blanca. Las encuestas anticipan una reñida elección que podría extender la incertidumbre hasta bien entrada la madrugada.
Este martes Estados Unidos celebra unas elecciones presidenciales que podrían marcar un antes y un después en la política global. En juego están los 538 votos del Colegio Electoral, de los cuales los candidatos necesitan al menos 270 para proclamarse vencedores. En N9 Central, el analista político Lic. Diego Merlo destacó: "Mañana será un día crucial no solo para los estadounidenses, sino para todo el mundo. Las elecciones entre Donald Trump y Kamala Harris definirán el rumbo de la principal potencia global".
A diferencia de muchos países, el voto en Estados Unidos no es obligatorio ni se lleva a cabo en un feriado. Las urnas estarán abiertas en diversos puntos, como lavanderías y supermercados, lo que refleja la peculiaridad de un sistema electoral que permite el sufragio anticipado. Según Merlo, "el proceso es mucho más complejo de lo que parece; cada estado tiene su propia normativa y se comporta casi como una elección independiente".
El Colegio Electoral es un organismo único. Los ciudadanos no eligen directamente al presidente, sino a compromisarios que representan a su estado en dicho colegio. California, por ejemplo, cuenta con 54 compromisarios, mientras que estados como Texas, Florida y Nueva York son también claves por la cantidad de votos que aportan. "Esto hace que el voto popular pueda no coincidir con el resultado final, como ocurrió con Hillary Clinton y Al Gore", señaló Merlo.
Las encuestas pintan un escenario ajustado. "Hay estados pendulares donde la diferencia es mínima, y Trump parece llevar ventaja en cinco de los siete. Sin embargo, en regiones industriales como el Cinturón del Óxido, Harris podría tener la delantera", explicó el analista. Las grandes cadenas como CNN y Fox brindarán resultados preliminares a partir de la medianoche, aunque Merlo advirtió que "en elecciones muy cerradas, como la de George Bush en el año 2000, el desenlace podría tardar más de un día".
El eje económico es central en esta elección. Donald Trump ha prometido recuperar industrias y empleos trasladados a Asia y México, mientras que Harris ha enfocado su campaña en la inclusión y el acceso equitativo a los servicios. "La inflación, aunque baja en comparación con la Argentina, preocupa a los estadounidenses. Una pérdida salarial acumulada ha erosionado el poder adquisitivo de la clase media", añadió Merlo.
Finalmente, la política exterior está en juego. "El resultado de estas elecciones influirá en la relación con China, la guerra en Ucrania y los acuerdos con la OTAN. Trump sostiene que la alianza se ha beneficiado a expensas de EE. UU., y esto podría redefinir estrategias globales", concluyó Merlo.
Mientras tanto, los estadounidenses votan, y el mundo espera expectante el desenlace de esta elección que promete ser histórica.