Luis y Rubén Cuevas, técnicos de las divisiones mayores y menores, celebran el doblete histórico del club pese a las adversidades.
Este año, Deportivo Luján logró una hazaña difícil de alcanzar en el fútbol: consagrarse campeón tanto en Primera como en Tercera división. Los responsables de este doblete histórico son los hermanos Luis y Rubén Cuevas, quienes dirigen los equipos superiores del club. Rubén, técnico de la Tercera, y Luis, entrenador de la Primera, destacan por su dedicación y amor a la institución, a la cual han estado ligados desde jóvenes.
“Estamos a gusto en Luján, lo llevo en mi corazón. Yo terminé mi carrera acá”, expresó Rubén en una entrevista a Radio Nordeste. Su equipo no solo conquistó el torneo de Tercera, sino que también fue una cantera importante para la Primera, con varios jugadores destacados que podrían escalar al plantel superior próximamente. “Hay chicos que están para Primera”, agregó con entusiasmo.
Por su parte, Luis Cuevas vivió un año lleno de desafíos personales. A mediados de la temporada sufrió un ACV que lo alejó temporalmente de la dirección técnica, pero el equipo, ya consolidado en los primeros puestos, logró mantener su racha victoriosa. “Ese día me descompuse, dormí un par de días y me enteré al despertar que habían salido campeones”, relató Luis, aún conmovido por los logros alcanzados durante su ausencia.
Para ambos hermanos, la victoria es un reflejo del esfuerzo constante y de la unión que mantienen no solo como técnicos, sino como familia. Rubén y Luis recuerdan con nostalgia sus inicios en el fútbol y reconocen el trabajo arduo que los llevó a este momento. “Pasamos por muchas cosas”, compartió Luis. “No es fácil, pero gracias a Dios, los chicos se entienden”, añadió sobre el esfuerzo compartido con su hermano.
Al final del campeonato, Luis manifestó su orgullo por el logro de Rubén y su satisfacción por ver el éxito conjunto que ambos han logrado para Deportivo Luján, un club que para ellos es mucho más que un equipo.