Los beneficiarios adoptaron oficios productivos mientras sus caballos encontraron refugio y cuidados permanentes
En un esfuerzo histórico por mejorar el bienestar animal y las condiciones socioeconómicas, la Municipalidad de Corrientes ha logrado que cerca de 80 familias abandonen la tracción a sangre para emprender proyectos productivos. En esta primera etapa del programa, los ex carreros optaron por iniciativas como hamburgueserías, pollerías, albañilería y electricidad, asegurando un futuro más estable y sostenible. Además, 400 caballos han sido rescatados, trasladados a campos supervisados, y reciben atención veterinaria permanente.
El plan no solo fomenta emprendimientos familiares, sino que también establece un marco legal que prohíbe la reincidencia en la actividad de tracción a sangre. Este compromiso busca garantizar la sostenibilidad del cambio, ofreciendo capacitación, herramientas y seguimiento continuo a los beneficiarios. Con diciembre marcando el cierre de la primera etapa, se proyecta que 100 familias se integren plenamente al programa, consolidando un modelo de inclusión social.
Más allá de los números, este proyecto representa un cambio cultural profundo para la ciudad. Los ex carreros, con apoyo municipal, han convertido sus habilidades en oportunidades económicas viables, mientras los caballos, tras años de explotación, encuentran una vida digna. Este avance simboliza una apuesta firme hacia una comunidad más consciente y moderna, donde el bienestar animal y humano caminan de la mano.