La revista Science reconoció al Lenacapavir como el hito científico del año pasado, aunque expertos como Hugo Pizzi enfatizan la necesidad de estudios a largo plazo
El Lenacapavir, un medicamento que protege contra el VIH con solo dos inyecciones anuales, fue destacado como el mayor avance científico de 2024 por la revista Science. Este hito representa un cambio significativo en el tratamiento del virus, que hasta hace pocos años requería decenas de comprimidos diarios para controlar su impacto. En diálogo con Radio Nordeste, el médico infectólogo Hugo Pizzi celebró el avance, pero instó a analizarlo con prudencia: “Esto es un adelanto absoluto, pero siempre debemos sopesar cuidadosamente la acción farmacológica antes de sacar conclusiones definitivas”.
Pizzi recordó el contexto histórico de la lucha contra el VIH, que surgió como un desafío sanitario global en la década de los 80. En ese entonces, el desconocimiento sobre el virus llevó a un manejo incierto y a un sufrimiento prolongado para los pacientes. “Llegamos a una época en la que se requerían hasta 30 comprimidos diarios. Con los años, se logró reducir la carga a dos o tres comprimidos, pero enfrentamos el problema de la falta de adherencia al tratamiento”, explicó. Según el infectólogo, este último aspecto ha sido uno de los principales obstáculos en el control del virus.
El Lenacapavir propone simplificar aún más el tratamiento al reducirlo a dos aplicaciones al año. Sin embargo, Pizzi subrayó que su uso está destinado exclusivamente a personas con el virus. “No es un medicamento preventivo; es para quienes ya son portadores. Es una herramienta importante, pero debemos evaluar con más tiempo su efectividad y seguridad a largo plazo”, comentó el especialista. También señaló que este tipo de avances no reemplazan la necesidad de políticas educativas y preventivas robustas, fundamentales para frenar la propagación de enfermedades de transmisión sexual.
El especialista destacó que, además del Lenacapavir, se están desarrollando líneas de investigación prometedoras en busca de una vacuna definitiva contra el VIH. “Hay al menos cinco o seis proyectos muy serios que vislumbran esa posibilidad. No estamos lejos, pero necesitamos tiempo y esfuerzo coordinado”, afirmó. Aunque los avances son alentadores, Pizzi enfatizó que la prevención sigue siendo el pilar principal en la lucha contra el VIH y otras enfermedades.
En una reflexión más amplia, Pizzi cuestionó la actitud de la sociedad hacia el cuidado personal y la prevención de enfermedades. “Estamos inmersos en una sociedad que no cuida su cuerpo, y eso se refleja en el resurgimiento de patologías como la sífilis. Disponemos de métodos preventivos, pero no logramos inculcar su uso adecuado”, lamentó. El infectólogo también destacó el impacto positivo que podría tener una mayor educación sexual y el acceso a recursos como preservativos en la salud pública.
Finalmente, Pizzi concluyó el diálogo con un llamado a la responsabilidad individual y colectiva. “Tenemos los medios para evitar estas enfermedades, pero nos enfrentamos a la indiferencia y la ignorancia. Mientras celebramos avances como el Lenacapavir, no podemos olvidar que la solución está tanto en la ciencia como en la conciencia”, cerró. El Lenacapavir, aunque prometedor, es solo una pieza más en el complejo rompecabezas de la salud pública global.