Marta, la abuela de la víctima, exigió justicia y pidió que el detenido no quede libre. Por su parte, Gimena, amiga de Sol, asegura que la familia fue engañada por las autoridades mientras el sospechoso trataba de escapar. "La hicieron ir a otro lugar mientras sacaban al asesino de adentro", denunció.
La provincia se encuentra conmocionada desde la tarde de ayer tras la noticia de un nuevo femicidio en el Chaco. Esta vez, se trata de Sol Selena Montiel, una niña de apenas 13 años de edad, cuyo cuerpo fue encontrado en la casa de un vecino. La menor había sido reportada como desaparecida después de salir de su casa para ir a un kiosco cercano y no regresar. La familia y amigos de la víctima exigen justicia, acusando al principal sospechoso del crimen y denunciando la inacción de las autoridades.
La abuela de la niña, Marta, expresó su dolor y enojo durante una entrevista con N9: "No puede ser que tenemos un asesino a cinco casas. Cuando le mandas a tu hija a comprar algo que te hizo falta, no te imaginas que va a pasar algo así a tan poca distancia," señaló entre lágrimas. Marta asegura que el joven sospechoso, un joven de 18 años, debe ser arrestado de inmediato. "Le pido al gobernador que ese chico quede preso en investigaciones. No puede estar un día más en comisaría, ni un beneficio tiene que tener. Le arrebató a mi sol, apagó mi sol," afirmó. La abuela también acusó a la madre del sospechoso de complicidad, señalando que habría ayudado al joven a escapar tras el crimen.
En cuanto a las circunstancias del asesinato, Marta recordó que la menor había estado cerca de su casa, comprando en el almacén a solo unos metros de su hogar. "Sol estaba comprando en el almacén, al lado de casa. ¿Cuántos metros? 40 metros, no más," dijo. La tragedia se tornó aún más incomprensible para la familia al enterarse de que, según informes, nadie en el barrio habría notado nada extraño mientras el joven trasladaba a la niña sin vida dentro de la vivienda donde la encontraron.
Por su parte, Gimena, amiga de la víctima, compartió su indignación por el proceder de las autoridades. Según ella, la policía no respondió de inmediato ante la desaparición de Sol. "La policía no apareció. Supuestamente esperaban un protocolo, pero la familia fue engañada. Sabían que Sol ya estaba muerta, pero le hicieron creer a la madre que no era así," relató Gimena. Además, acusó a la familia del sospechoso de intentar encubrirlo. "La hicieron ir a otro lugar mientras ellos sacaban al asesino de adentro," denunció.
Gimena recordó a Sol como una niña ejemplar, "Una nena que iba a la iglesia, estudiaba, era una súper nena. No era una nena de la calle. Este muchacho no era su novio. Era solo un conocido del barrio," explicó, subrayando que la víctima no tenía relación con el joven más allá de ser vecinos en el mismo barrio. La indignación también se centra en los detalles del crimen, ya que, según la fiscalía, la niña fue golpeada en la cabeza con un objeto contundente, lo que sugiere que intentó defenderse de su agresor.